
Porque todos consideran bello lo bello, así aparece lo feo.
Porque todos admiten como bueno lo bueno, así surge lo no bueno.
Ser y no ser se engendran mutuamente.
Lo difícil y lo fácil se forman entre sí.
Lo largo y lo corto se trasforman mutuamente, lo alto y lo bajo se complementan entre sí.
Es la ley de la naturaleza, por eso el artista obra sin actuar y enseña sin hablar.
Así él crea sin esperar nada, cumple su obra pero no reclama su mérito.
Y precisamente porque no lo reclama, su mérito nunca le abandona